China se pone de perfil entre la presión de Putin y Biden para que elija bando en Ucrania: "No somos parte de la crisis"

El presidente de EE UU, Joe Biden, dialoga desde la Casa Blanca con el presidente de China, Xi Jinping, durante la reunión virtual entre ambos mandatarios.
El presidente de EE UU, Joe Biden, dialoga desde la Casa Blanca con el presidente de China, Xi Jinping, durante la reunión virtual entre ambos mandatarios.
SARAH SILBIGER / EFE
El presidente de EE UU, Joe Biden, dialoga desde la Casa Blanca con el presidente de China, Xi Jinping, durante la reunión virtual entre ambos mandatarios.

En una guerra, lejos de lo que pueda parecer de primeras, casi nunca hay solo dos bandos. El tercero es el que forman los actores neutrales, tibios, que no quieren terminar de decidirse. En ese grupo, sobre la invasión rusa de Ucrania, se encuentra China. Pekín está recibiendo presiones de Rusia y de Occidente al mismo tiempo para que elija bando, y Estados Unidos (en teoría el principal rival geopolítico del gigante asiático) ya está moviendo los hilos. Joe Biden cree que China está dispuesta a ayudar militarmente a Putin, pero China lo niega. Y en ese juego, tiene que decidir mientras el conflicto se recrudece día a día y la vía diplomática aún no da resultados.

El equilibrismo chino es complejo, pero el Gobierno de Xi cree que es la posición más acertada. De hecho, el embajador de China en Ucrania, Fan Xiangong, insistió este martes en que el gigante asiático "nunca atacará" el país y reafirmó la "relación estratégica" entre las partes, especialmente a nivel político y económico. En el mismo sentido se expresó el ministro de Exteriores chino, Wang Yi, en una conversación con su homologo español, José Manuel Albares, al que aseguró que su país "no es parte de la crisis" y no quiere "verse afectado por las sanciones".

Mientras, las delegaciones rusa y ucraniana mantienen sus negociaciones por videoconferencia con pocos avances previstos, más allá de la insistencia en los corredores humanitarios, aunque este martes, tras la cuarta reunión, el asesor ucraniano Mijail Polodiak aseguró que hay "espacio para el acuerdo". Continuarán con los encuentros telemáticos este miércoles. El alto el fuego, en todo caso, parece muy complicado, aunque sobre todo Kiev empieza a ser más optimista. Por lo pronto, en términos humanitarios la cifra de refugiados asciende ya a casi 3 millones de personas, según los datos de Acnur, y las autoridades ucranianas cifran en 2.000 los vehículos que han salido de Mariúpol, donde la situación es "dramática".

La cuerda diplomática está estirándose, y que no se rompa dependerá de que las partes cedan de alguna forma. Ucrania parece dispuesta a ello y su presidente, Volodímir Zelenski, asumió en una conferencia con mandos militares que el país "no entrará en la OTAN". Esa es una de las grandes peticiones de Vladimir Putin para acabar con las hostilidades, y el mandatario ucraniano, en un ejercicio de realismo, pidió a sus ciudadanos que entiendan la situación. "Ha quedado claro que Ucrania no es miembro de la OTAN. Lo entendemos. Somos gente comprensiva. Durante años hemos escuchado que las puertas estaban supuestamente abiertas, pero ya hemos visto que no podemos entrar", expresó.

Gráfico: movimiento de refugiados por la guerra en Ucrania.
Gráfico: movimiento de refugiados por la guerra en Ucrania.
Carlos Gámez

Rusia, con todo, sigue asediando Ucrania y centra sus fuerzas de lleno en las grandes ciudades. Los ataques fueron contra algunos barrios residenciales de la capital de Kiev, mientras las tropas avanzan lentamente para cercar por completo la ciudad y donde las autoridades ucranianas han impuesto desde este martes por la noche un nuevo toque de queda que durará un total de 36 horas.

Además, las tropas rusas enfocaron sus bombardeos en las últimas horas un complejo industrial en la zona de Shostka, en la región de Sumy y lo han dejado prácticamente inoperativo, según informó el jefe de la Administración Militar Regional, Dmytro Zhyvytskyi, en su cuenta de Telegram. No muy lejos de Sumy, en la vecina Járkov, se ha producido también un gran incendio tras sufrir un bombardeo esta noche una zona cerca al Mercado Central de la ciudad. El presidente de la provincia, Oleg Sinegubov, subrayó, por otro lado, que el Ejército ruso sigue atacando áreas residenciales en Chuguev, Izium o Dergachi.

"Es como la plaga de las langostas, tenemos por cada ucraniano diez rusos"

En ese escenario, además, Zelenski ha acusado a la OTAN de haber caído en una especie de "hipnosis" ante las amenazas de Putin sobre una Tercera Guerra Mundial. Ya da por hecho que no habrá zona de exclusión aérea, por la Alianza sigue cerrada en banda sobre ello, pero Kiev pide tanto garantías de seguridad como, precisamente, más material bélico. La OTAN, por su parte, teme que Rusia esté buscando un pretexto para el uso de armas químicas. "Durante esta crisis han intentando crear operaciones falsa bandera para intervenir y ahora acusan a Ucrania de desarrollar armas químicas y vemos la posibilidad de que estén pensando ellos hacer esto", sostuvo el secretario general, Jens Stoltenberg.

Igual que va a más el frente bélico también aumentan las sanciones de Occidente contra Rusia. La Unión Europea, por ejemplo, aprobó el cuarto paquete de medidas que, entre lo más destacado, incluye prohibiciones sobre bienes de lujo y amplía la lista de nombres bajo el 'yugo' de Bruselas. Antes de esa extensión, las medidas recaían sobre 862 personas y 53 entidades. Por su parte, el Reino Unido decidió sancionar a otros 370 individuos y empresas vinculadas a Moscú. Pero el Kremlin ha respondido: Rusia ha decidido sancionar tanto al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, como a su secretario de Estado, Anthony Blinken, y apoya esta reacción en la "creciente rusofobia" que está dando ante la guerra. Ha hecho lo mismo con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.

La luz roja, con todo, está encendida y pita. La ONU avisó este martes de que las consecuencias de la guerra ya se están dejando sentir a nivel mundial pero si el conflicto se prolonga podrían tener efectos devastadores en otros puntos del planeta. Ambos países son considerados el granero del mundo, por lo que el suministro de cereales se verá afectado y con ello aumentarán las personas que pasan hambre y las probabilidades de que surjan focos de inestabilidad. "Esta guerra va mucho más allá de Ucrania. También es un ataque a las personas y los países más vulnerables del mundo", dijo el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, para el que ahora mismo hay "una espada de Democles sobre la economía mundial". Y es que el mundo, en realidad, se tambalea.

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